Normandía y Bretaña, pueblos medievales en las playas del desembarco

Presentación en el aeropuerto para embarcar en vuelo regular con destino Paris.

Al aterrizar en la capital francesa, seremos recibidos y trasladados a Rouen, la joya normanda que parece detenida en el tiempo. Sus calles adoquinadas, sus fachadas de entramado de madera y sus torres góticas nos dan la bienvenida como si supieran que venimos a escuchar sus historias. Registro en el hotel y cena de bienvenida en La Couronne, el restaurante más antiguo de la ciudad.

Aquí, donde alguna vez cenó Julia Child y donde la historia se sirve en cada plato, comienza verdaderamente nuestro viaje.

Tras el desayuno, nos calzamos la curiosidad y salimos a caminar por las calles adoquinadas de Rouen. La Catedral de Notre-Dame, majestuosa y etérea, se alza como un poema en piedra. Monet la pintó decenas de veces, obsesionado por la forma en que la luz la transformaba. Seguimos hacia la Gros Horloge, ese reloj astronómico que no solo marca las horas, sino también el pulso de la ciudad. Bajo su arco dorado, el pasado y el presente se cruzan sin prisa.

Continuamos hacia Caen, ciudad de resistencia y resiliencia. Aquí, las piedras hablan de ocupación, de lucha, de reconstrucción. Tras un almuerzo, nos adentramos en el Memorial de Caen. Este museo no es solo una colección de objetos: es una experiencia emocional. A través de imágenes, sonidos y testimonios, el Memorial nos guía por los horrores de la guerra y la frágil esperanza de la paz. Es imposible salir indiferente.

Alojamiento en Caen y cena.

Tras el desayuno, nos dirigimos a Bayeux, una ciudad que no solo fue la primera en ser liberada tras el Desembarco, sino también una guardiana silenciosa de siglos de historia.

Al llegar, un verdadero tesoro nos espera tras los muros del Museo de la Tapicería de Bayeux, donde se conserva una obra única en el mundo: un tapiz de casi 70 metros que narra, con precisión y arte, la conquista normanda de Inglaterra en 1066. Como un cómic medieval, cada viñeta bordada nos transporta a los preparativos de Guillermo el Conquistador, la travesía del Canal de la Mancha, el desembarco y la épica Batalla de Hastings. No es solo arte: es propaganda, crónica y testimonio de una Europa en transformación. Desde allí, seguimos hacia la Catedral de Notre-Dame de Bayeux, un monumento que ha resistido guerras y siglos con una dignidad serena. Su arquitectura gótica normanda y sus vitrales nos envuelven en una atmósfera de recogimiento. Aquí, en este mismo lugar, el tapiz fue exhibido originalmente, conectando el poder espiritual con el relato político de la conquista.

La jornada culmina con una visita al Cementerio Militar de Bayeux, donde el silencio se convierte en homenaje. Entre lápidas alineadas con precisión, descansan más de 4.600 soldados de distintas nacionalidades que dieron su vida por la libertad.

Alojamiento en Caen y cena.

Tras el desayuno, nos adentramos en uno de los escenarios más simbólicos del Día D: Sainte-Mère-Église, un pequeño pueblo que se convirtió en leyenda la madrugada del 6 de junio de 1944. Aquí, la historia no se lee: se respira.

Las calles tranquilas esconden relatos de valentía, como el del paracaidista John Steele, cuyo destino lo dejó colgado del campanario de la iglesia durante el desembarco. Hoy, un muñeco suspendido en lo alto recuerda aquella escena surrealista, convertida en símbolo del sacrificio y la determinación de las tropas aerotransportadas. Dentro de la iglesia, las vidrieras nos sorprenden con una imagen insólita: la Virgen rodeada de paracaidistas y aviones. Es un homenaje silencioso, pero poderoso, a quienes descendieron del cielo para liberar estas tierras. Frente a la iglesia, en la calle Eisenhower, se alza el Museo Airborne, con su arquitectura en forma de paracaídas. Aquí, la historia cobra vida: armas, uniformes, documentos y vehículos nos transportan a aquel día decisivo. El Planeador Waco, abierto al visitante, permite imaginar el vértigo del aterrizaje. Y en la Sala del Simulador, el cruce del Canal de la Mancha a bordo de un C-47 se convierte en una experiencia sensorial: sonidos, vibraciones y luces recrean la tensión de los minutos previos al salto.

La jornada continua hacia Utah Beach, la primera playa tomada por las tropas estadounidenses. Aquí, caminaremos sobre la arena donde miles desembarcaron, muchos por última vez. El Museo del Desembarco, ubicado en el mismo punto donde comenzó la operación, conserva piezas originales como una lancha de desembarco, un bombardero B-26 y un vehículo anfibio DUKW. Por último, nos detenemos ante el Monumento a Andrew Jackson Higgins, el ingeniero que diseñó las lanchas que hicieron posible el desembarco.

Alojamiento en Caen y cena.

Tras el desayuno, partimos hacia Arromanches, donde los restos del puerto artificial Mulberry emergen como testigos silenciosos de una hazaña logística sin precedentes. En su museo frente al mar, descubrimos cómo, en apenas ocho días, se construyó esta maravilla para sostener el avance aliado. Una proyección envolvente nos sumerge en los momentos clave de la Operación Overlord.

Continuamos hacia Omaha Beach, escenario de una de las batallas más cruentas del Día D. La arena, marcada por el sacrificio, nos conduce al Cementerio Americano de Normandía, donde más de 9.000 cruces blancas y estrellas de David rinden homenaje a los caídos. Visitamos tumbas emblemáticas y el Jardín de los Desaparecidos, donde una cápsula del tiempo espera ser abierta en 2044.

Finalizamos en Pointe du Hoc, un acantilado fortificado que los Rangers escalaron bajo fuego enemigo. Los cráteres y búnkeres aún visibles nos hablan de coraje extremo. Un monolito honra a quienes conquistaron este punto clave.

Con el alma llena de historia, llegamos a Saint-Malo para descansar.

Alojamiento y cena.

Tras el desayuno, partimos hacia Saint-Lô, conocida como la “capital de las ruinas”. Esta ciudad, arrasada por los bombardeos aliados, se convirtió en símbolo de la resiliencia francesa. Aún conserva fragmentos de sus murallas medievales y la Iglesia de Notre-Dame, restaurada con cicatrices visibles como testimonio de la guerra. Desde allí, nos dirigimos al mágico Mont Saint-Michel, que se alza sobre un islote en la bahía normanda como si flotara entre cielo y mar. Exploramos su abadía gótica, sus claustros y callejuelas empedradas, descubriendo su pasado espiritual y arquitectónico.

Después de un almuerzo típico, si el clima lo permite, visitaremos Cancale, famosa por sus ostras frescas y su encanto costero. Al final del día, regresamos a Saint-Malo.

Alojamiento y cena.

Después del desayuno, nos dirigimos hacia la Costa de Granito Rosa, donde el viento y el mar han esculpido un paisaje único, salpicado de formaciones rocosas que parecen salidas de un sueño. Por la tarde, exploraremos los calvarios bretones, esculturas de piedra que narran la Pasión de Cristo con una fuerza visual conmovedora. Los de Saint-Thégonnec y Guimiliau, cerca de Morlaix, destacan por su detalle y simbolismo, integrados en conjuntos parroquiales que combinan arte, fe y tradición.

Al finalizar, continuamos hacia Quimper, donde nos espera la tranquilidad de la Bretaña profunda.

Alojamiento y cena.

Desayuno y visita de Quimper, ciudad de arte e historia, así como capital de la Cornualles francesa y del Finisterre, idealmente situada en la confluencia de los ríos Steir y Odet. Es un lugar lleno de encanto, con numerosos puentes que cruzan los románticos cursos de agua. El carácter medieval del centro histórico realza aún más la belleza del lugar.

La antigua Quimper cuenta con callejuelas medievales y plazuelas tranquilas. Las antiguas viviendas, con pisos en voladizo o entramado de madera, están magníficamente conservadas. En el corazón de la ciudad, en la plaza principal, se encuentra una de las catedrales góticas más antiguas de Bretaña: la catedral de Saint-Corentin, construida en el siglo XIII.

También es célebre la mayólica de Quimper, una tradición artesanal ampliamente inspirada en la cultura popular bretona que ha hecho de la cerámica una especialidad local desde el siglo XVII. El Museo de la Mayólica ilustra su historia y exhibe numerosas piezas de colección.

Continuación hacia Vannes, ciudadela medieval situada en el Golfo de Morbihan, que en el pasado fue residencia de los duques de Bretaña. El casco antiguo ha conservado su riqueza arquitectónica: bellas murallas del siglo XIII, antiguos barrios pintorescos decorados con numerosas casas con entramado de madera, adorables lavaderos del siglo XIX que bordean las murallas, y por supuesto, la catedral de Saint-Pierre.

Después, visita de Carnac, ciudad símbolo de la prehistoria. Situada a resguardo de la bahía de Quiberon, Carnac es mundialmente famosa por sus alineaciones de menhires: nada menos que 2.792 menhires alineados, algunos de más de 3 metros de altura.

Almuerzo libre durante las visitas. Al finalizar el día, continuación hacia Rennes. Llegada al hotel, cena y alojamiento.

Tras el desayuno, comenzamos el día con una visita guiada por Rennes, ciudad vibrante y llena de historia. Luego, nos dirigimos hacia el elegante balneario de Deauville, con su aire elegante y sus icónicos clubes de playa. En el camino, haremos paradas memorables: el Memorial Británico en Gold Beach, la histórica Maison de Queen's Own Rifles of Canada, la simbólica Sword Beach, y el Puente Pegasus, todos ellos marcados por el coraje del Día D.

Ya en Deauville, pasearemos entre boutiques y brisa marina. Por la noche, celebramos nuestra experiencia con una cena de despedida, compartiendo recuerdos y emociones de este viaje inolvidable.

Alojamiento en Deauville y cena.

En nuestro último día, tras el desayuno, exploramos Le Havre, ciudad portuaria reconstruida con audacia tras la guerra y hoy reconocida como Patrimonio de la Humanidad. Su arquitectura moderna, fruto de la resiliencia, contrasta con el legado histórico de Normandía. Tras un recorrido por sus calles y su espíritu renovado, nos dirigimos al aeropuerto de París para emprender el regreso a casa.

Nos llevamos más que recuerdos: una experiencia profunda, marcada por la historia, la belleza y el homenaje a quienes lucharon por la libertad. Llegada.