Cultura y belleza milenaria en Japón
Lunes, 18 Marzo 2024
En Japón convive el pasado, el presente y el futuro. En sus ciudades, la alta tecnología y las antiguas tradiciones coexisten como si se conocieran desde siempre. Un robot que sirve sushi al lado de chefs tradicionales, o las geishas que perpetúan artes y cultura de tiempos pasados, y que caminan en la misma calle donde los fans de videojuegos o series se visten como sus personajes favoritos.
Tokio nunca duerme, es un reflejo deslumbrante del Japón moderno. Rascacielos y luces de neón que deslumbran como estrellas fugaces en un mundo urbano en constante evolución. La ciudad es efímera, porque siempre está cambiando. Los Shinkansen, los trenes de alta velocidad, cruzan la ciudad con una precisión milimétrica, y los habitantes parecen moverse en una coreografía muchas veces practicada. Entre los rascacielos, templos antiguos recuerdan que las raíces culturales siguen siendo profundas en el corazón de la modernidad.
Kioto, en cambio, es una ventana al pasado japonés. Es una ciudad que parece congelada en el tiempo, preservando la belleza de su herencia milenaria. Sus callejones oscuros, de piedra, y bordeados por casas de madera nos sacan de nuestro calendario y nos transportan a una época en la que lo simple y lo elegante eran las virtudes de la vida cotidiana. Kioto es una ciudad eterna, un continuo de obras de arte, cada rincón tiene una historia. Los templos antiguos, como el Kinkaku-ji (Pabellón dorado) y el Fushimi Inari-taisha, nos enseñan de espiritualidad. Los jardines zen, diseñados con mimo, son como un espejo de la mente japonesa: serenidad y contemplación.
En este encuentro entre dos mundos, entre Tokio y Kioto, es donde surge la belleza. Ambas ciudades comparten un gran respeto por la naturaleza. En Tokio el Jardín Imperial del Este nos lleva por un paseo entre cerezos en flor, mientras que, en Kioto, el Bosque de Bambú de Arashiyama es una prueba viviente de la importancia de la armonía del hombre y la naturaleza. Para terminar, no te puedes perder el Museo de Arte Mori ni el Tokyou National Museum, los dos en Tokio.