Jordania, un fin de año en el mar Muerto
Lunes, 11 Marzo 2024
El momento más mágico del año se da la mano con el destino más mágico del planeta. En Jordania todo podría ser un espejismo. En el corazón de Medio Oriente hay mucho más que una tierra arenosa y grandes desiertos.
En la capital, en Amán, descubrimos una urbe que combina modernidad y tradición. Amán es un amasijo de calles bulliciosas y mercados llenos de color en medio del desierto. Además, la calidez y hospitalidad de sus habitantes te harán sentir que no es tu primera vez en esta ciudad. Es un buen momento para saborear un té de menta, para descubrir los cafés locales y sumergirse en el mosaico de culturas que converge en esta ciudad.
Hacia el sur, donde la roca se convierte en poemas y la historia cobra vida antes de nuestros ojos, Petra, la ciudad rosa tallada en piedra por los antiguos nabateos, produce algo semejante al síndrome de Stendhal. Esta maravilla arqueológica es fascinante. Como si recorriéramos las páginas de un cuento de las Mil y Una Noches, caminar por el Siq, un angosto cañón flanqueado por imponentes acantilados parece un sueño arábigo. Según avanzamos, la belleza de Al-Khazneh, el Tesoro, hace aparición con toda su delicadeza y misterio. Petra habla de la voluntad humana de moldear la historia, la roca y el tiempo.
Continuamos viaje hacia el punto más bajo de la tierra, el críptico Mar Muerto. Su salinidad, excepcionalmente alta, hacen que flotar sea un juego de niños. Aquí se desafía a la gravedad mientras la piel se nutre de minerales curativos. Por cierto, ni es un mar ni está muerto. Es un lago y está muy vivo.
Viajar a Jordania y conocer sus íconos: Amán, Petra y el Mar Muerto es un descubrimiento memorable. Vivir el fin de año rodeado de los secretos de Oriente es como un espejismo, como una ilusión fugaz. Brinda por Jordania y por un final de año y de viaje inolvidable.