Olvídate del mundo en República Dominicana: spa, naturaleza y rumba
Miércoles, 10 Enero 2024
En República Dominicana vas a encontrar la paz que tu mente busca, la renovación que tu cuerpo necesita y la diversión que te permitirá desconectar de lo que pasa al otro lado del océano. Este paraíso caribeño es un refugio de bienestar y serenidad para olvidarte del mundo. No te puedes perder la capital, Santo Domingo, una hermosa ciudad colonial y el primer lugar que pisó Cristóbal Colón en su viaje a América; el Parque Nacional de los Haitises, una zona de manglares y cuevas llena de animales: aves, manatíes, tortugas; y, por supuesto, Punta Cana.
Punta Cana, el paraíso playero por antonomasia, es una región al este de República Dominicana. Playa Bávaro y playa Blanca son ideales para el descanso. Desde Punta Cana puedes hacer una excursión a Isla Saona, remanso de playas vírgenes, o al Parque Ecológico Ojos Indígenas, donde la vegetación tropical se une a las lagunas de agua dulce. Además, en Punta Cana es fácil observar delfines en su entorno natural, y si visitas en temporada (de enero a marzo) podrás avistar ballenas jorobadas en la Bahía de Samaná.
En cualquier rincón de la isla, la naturaleza se revela desbordante, desde las playas de arena dorada hasta las selvas más exuberantes. Las caminatas rodeado de vegetación te llevan cruzando ríos hasta el océano, un océano de tranquilidad y horizontes azules. En República Dominicana están especializados en el bienestar. A lo largo de la costa hay spas de clase mundial donde los masajes son una oda al descanso. Déjate llevar por las manos divinas y certeras de los terapeutas, que te devuelven el brillo al cuerpo y a los ojos con aceites esenciales y melodías suaves.
Con el ánimo renovado, es una buena idea sumergirse en el agua, el gran tesoro caribeño. Los deportes acuáticos están a la orden del día, podrás practicas surf, windsurf, kayak, snorkel, buceo y un largo etcétera. O disfrutar de un chapuzón sosegado en estas aguas cálidas y acogedoras. El mar siempre da hambre y los restaurantes de comida local ofrecen su amor para degustarlo con cuchillo y tenedor: langosta, camarones, ceviche y yuca.
Por la noche, cuando el sol anuncia su descenso a la profundidad de los mares, las playas de República Dominicana se ponen sus mejores ropas blancas. La fiesta “White Sunset” es un evento exclusivo que combina los mejores rones y cócteles, los bailes más elaborados y el mejor brillo de las estrellas. Arena bajo los pies y el mar de paisaje y testigo. La noche caribeña tiene un misterio efervescente que consigue que todo se detenga y que te olvides de que ahí fuera el mundo sigue girando.