Perú Andino, en el corazón de la Pachamama
Lunes, 11 Diciembre 2023
En los Andes peruanos, a tres mil metros de altura, un misterio más antiguo que la lluvia se despliega bajo el sol, donde los vientos de alta montaña susurran historias ancestrales, donde la tierra es testigo vivo del tiempo. La Pachamama, en la mitología Inca “Madre Tierra”, la diosa de la fertilidad, cuida las siembras y las cosechas y sus santuarios son rocas sagradas o troncos de árboles legendarios. En la región andina de Perú, la gente vive en comunión con la tierra.
Cuzco presume de calles empedradas y muros de piedra que anuncian una época de esplendor. La que fue llamada “la ciudad imperial” fue la metrópolis del Imperio Inca. También conocida como “el ombligo del imperio” conserva la majestuosidad y arquitectura inca. Sus calles, sus museos y sus obras de arte son un laberinto inacabable de historias. Uno de los iconos de Perú es su gastronomía, y en Cuzco podemos probar alguno de los platos más típicos del país: cuy al horno, anticuchos, ceviches o ají de gallina. Además, para los que quieran la experiencia cuzqueña completa, Cuzco es sorprendentemente animado al caer el sol: música en vivo, bares y discotecas de toda índole.
El Valle Sagrado, que se extiende en las inmediaciones de Cuzco, atesora el legado de los incas. Pueblos como Pisac y Ollantaytambo son una parada obligatoria para descubrir las avanzadas técnicas en planificación urbana, agricultura y construcción.
La joya oculta entre las montañas, la joya más buscada es el Machu Picchu, “montaña vieja” en quechua. En lo alto de los Andes, esta ciudadela inca es una de las siete maravillas del mundo moderno, y no es para menos. El Machu Picchu es una muestra de la grandeza de los pueblos originarios de América. Los templos parecen alcanzar los cielos y algunas construcciones desafían a la gravedad. Aquí arriba es fácil entender la adoración de los indígenas por los apus, las deidades de las montañas, los guardianes de la tierra. Viajar por los Andes peruanos es adentrarse en una dimensión mágica y espiritual, donde el alma de la Pachamama se encontrará con la nuestra.